Cuando se usa la imaginación, las historias son infinitas

Bueno, esta semana está siendo movidita, con el concurso GoodWork de YouTube y Cannes Lions estamos intentando por todos los medios conseguir la cantidad de likes necesarios para tener al menos una chance de viajar a Cannes.
Nos está yendo bien, en parte por la ayuda de muchos amigos que nos dan una mano por twitter y facebook para hacer conocido el video y también por gente con muy buena onda como Milton y Gonzalo que les dedicaron un post a nuestro trabajo para Fundación Leer, desde Que lo pases lindo y desde Creatividad Publicitaria. Gallito Bataraz les agradece inmensamente.
Si todavía no le diste al "like" podés hacerlo hasta el viernes 20 entrando a este link y clickeando en el pulgar para arriba.

Pero ahora quería aprovechar para mostrarles la versión más relajada del trabajo, lejos de las condiciones que imponía el concurso como duración y música (no música) preparamos esta versión un poco más larga, en castellano y con el hermoso Candombito.





Y de paso les cuento que el video lo filmamos un lunes de mayo, quizás el más frío que hizo, en un jardín de Glew Prov. de Buenos Aires. La experiencia fue genial y el resultado nos dejó muy contentos.


El objetivo de la acción era demostrar que los libros, a diferencia de las películas, los dibujos animados, los programas de televisión o cualquier otro medio, siguen siendo los únicos que nos permiten usar la imaginación para crear nuestra propia historia. 
Nunca un libro va a ser imaginado de la misma manera por personas distintas y siempre esa imaginación nos dará una historia única. 
Por eso les leímos una adaptación de El Principito de Saint Exupery (que con mucha dificultad hice) y sin que ellos conozcan el famoso dibujo del Principito que el autor realizó y que todos conocemos, les pedimos que lo dibujaran, como ellos lo imaginaran.
Todos los Principitos imaginados fueron distintos y únicos porque cuando se usa la imaginación, las historias son infinitas. 


Salú!